sábado, 25 de junio de 2016

TOP: Los 5 mejores comienzos de libros.



¡HOLA LECTORES!

Esperando que se encuentre bien, hoy les traigo mis
 Top 5 de los mejores comienzos de libros. Debo aclarar que ésta es sólo mi opinión personal.


1.-  La historia del loco, por John Katzenbach.

Ya no oigo mis voces, de modo que ando un poco perdido. Sospecho que sabrían contar mucho mejor esta historia. Por lo menos, tendrían opiniones, sugerencias e ideas definidas sobre lo que debería ir al principio, al final y en medio. Me indicarían cuando añadir detalles, cuando omitir información superflua, qué es importante y qué es trivial. Después de tanto tiempo, no recuerdo muy bien las cosas y me resultaría muy útil su ayuda. Pasaron muchas cosas y me cuesta saber dónde situar qué. Y a veces no estoy seguro de que algunos incidentes que recuerdo con claridad ocurrieran de verdad. Un recuerdo que parece sólido como una piedra, acto seguido me resulta tan vaporoso como una neblina. Ése es uno de los principales problemas de estar loco: nunca estás seguro de las cosas. 

2.- Revival, por Stephen King.

Al menos en un sentido nuestras vidas son ciertamente como las películas. El elenco principal de compone de la familia y los amigos. Los actores secundarios son los vecinos, los compañeros de trabajo, los profesores y los conocidos. Están también los papeles de reparto: esa cajera de supermercado de sonrisa bonita, el camarero cordial del barucho del barrio, los otros socios del gimnasio junto a los que hacemos ejercicios tres días por semana. Y hay miles de figurantes, todas esas personas que pasan por nuestra vida como agua por un cedazo, personas a quienes vemos una sola vez y nunca más. El adolescente que ojea novelas gráficas en el Barnes & Noble, ese al que rozamos al pasar (susurrando «Disculpa») de camino hacia las revistas. La mujer detenida en el carril contiguo ante el semáforo, que aprovecha el momento para retocarse con el pintalabios. La madre que limpia la cara de su hijo de corta edad, manchado de helado, en una restaurante de carretera donde hemos parado a comer algo. El vendedor ambulante al que compramos una bolsa de cacahuates en un partido de béisbol. 

Pero a veces entra en nuestra vida una persona que no encaja en ninguna de esas categorías. El es comodín que nos sale muy de vez en cuando en una partida de naipes, a menudo en momentos críticos. En el cine se conoce a esta clase de personaje como el quinto en discordia, o agente del cambio. Cuando este elemento aparece en una película, sabemos que está ahí porque lo ha puesto el guionista. Pero ¿quién escribe el guión de nuestras vidas? ¿El destino o el azar? Quiero creer que es este último. Quiero creerlo con toda mi alma. Cuando pienso en Charles Jacobs -mi quinto en discordia, mi agente del cambio, mi maldición-, se me hace insoportable creer que su presencia en mi vida tuvo que ver con el destino. Si fuera así, significaría que desde el principio que todas estas atrocidades -estos horrores- ocurrirían. En tal caso, no existe nada parecido a al luz, y creer en ella es vana ilusión. En tal caso, vivimos en la oscuridad como animales en una madriguera, u hormigas en lo más hondo de su hormiguero.

Y no estamos solos.

3.- Los saqueadores de sueños, por Maggie Stiefvater.

Los secretos son raros.

Los hay de tres clases. Los primeros son los que todo el mundo conoce, los que requieren al menos de dos personas. Una para guardarlos. Otra para no descubrirlos jamás. Los segundos son más complejos: son los que te guardas para ti. Todos los días, miles de personas callan confesiones a sus confesores sin ser conscientes de que esos secretos nunca admitidos se resumen en las mismas dos palabras: «Tengo miedo».

Y luego está la tercera clase de secreto, el más recóndito. El secreto que nadie conoce Quizá se supo una vez, pero se fue a la tumba con su portador. O quizá se trate de un misterio inútil, un misterio oscuro y solitario que nadie ha descubierto porque nadie se ha preocupado por él. 

A veces, en ocasiones excepcionales, hay secretos que permanecen sin descubrirse porque lo que contienen es de una naturaleza tan extraña, vasta y aterradora que sobrepasa la capacidad de comprensión de la mente. 

Todos tenemos secretos en nuestras vidas. Los guardamos o nos los guardan, los controlamos o escapan a nuestro control. Secretos y cucarachas; eso es lo único que sobrevivirá cuando todo termine.

En la vida de Ronan Lynch había todo tipo de secretos.

4.- Orgullo y Prejuicio, por Jane Asutin


Es una verdad mundialmente reconocida, que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesitas una esposa. 

Sin embargo, poco se sabe de los sentimientos u opiniones de un hombre de tales condiciones cuando entra a formar parte de un vecindario. Esta verdad está tan arraigada en las mentes de algunas de las familias que lo rodean, que algunas le consideran de su legítima propiedad y otras de la de sus hijas.



5.- El hombre invisible, por Ralph Ellison.


Soy un hombre invisible. No, no soy uno de aquellos trasgos que atormentaban a Edgar Allan Poe, ni tampoco uno de esos ectoplasmas de las películas de Hollywood. Soy un hombre real, de carne y hueso, con músculos y humores, e incluso cabe afirmar que poseo una mente. Sabed que si soy invisible ello se debe, tan sólo, a que la gente se niega a verme. Soy como las cabezas separadas del tronco que a veces veis en las barracas de feria, soy como un reflejo de crueles espejos con duros cristales deformantes. Cuantos se acercan a mí únicamente ven lo que me rodea, o inventos de su imaginación. Lo ven todo, cualquier cosa, menos mi persona.



Si les ha gustado el tema, dejen sus comentarios con sus propios mejores comienzos de recomendaciones de comienzos.

¡Saludos!





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